"Hasta el día
de hoy
no se ha encontrado el gen o ADN gay,
sólo existe XY (Hombre) y XX (mujer). Ergo,
no se
puede hablar de derechos humanos".
(Congresista Julio Rosas - 2014)
Sabemos bien
que entre los más altos puestos de la patria, tenemos unas joyas del desempleo
neuronal que, francamente, nos avergüenzan de sobre manera. Lo dicho por el Congresista Julio Rosas (fujimorista), no solo raya
lo idiota, sino que es uno de los más claros síntomas de una clase política tan
venida a menos y tan embarrada en la ignorancia y lo perverso que, la verdad, solo
queda agregarlo a la vitrina donde se exhiben los más pintorescos lapsus
brutus de nuestra era republicana.
Conocidos
también son las declaraciones de otro iluminado congresista de la mancha de
Keiko, el sr. Carlos Tubino (ya
viene con chapa gay desde el nacimiento el pobre hombre), donde lanza cosas
como “la nuestra es una sociedad anti-gay” o la contundente “los
combatiremos!”…. ¿Ah?
Por otro lado, está el
siempre combativo Cardenal Juan Luis Cipriani,
quien propuso un referéndum para que
la gente termine decidiendo si las parejas del mismo sexo deben ser
constitucionalmente protegidas bajo la estampa de la llamada Unión Civil.
Lógicamente, este extravío mental de niveles eclesiásticos, no corre, por la
sencilla razón que los derechos de las personas no pueden ser sometidos a un
referéndum.
Enrique Pasquel, el editor adjunto de
Opinión, dijo: “El cardenal, sin embargo,
no entiende esto. Él, argumentando contra la Unión Civil , señala: “La propuesta de la
naturaleza y de Dios es la unión de un hombre y una mujer en matrimonio”.
En esta discusión, sin embargo, no tiene cabida ni Dios ni el diablo. Hasta
donde recuerdo no vivimos en Irán o en otra teocracia fundamentalista. Vivimos
en el Perú, un Estado laico, por lo que las creencias religiosas de la mayoría
no deberían importar ni un pepino al momento de discutir qué derechos tiene
cada uno. Si no, ¿por qué no prohibimos legalmente y de una buena vez el sexo
prematrimonial, el divorcio, el uso de preservativos y la masturbación? ¡A la
cárcel los onanistas!”.

Y lo más gracioso ha sido un Comunicado
apostólico que, no solo lo han lanzado con mueca de ultimátum, sino que
recurren a un libro como La
Biblia , para respaldar semejantes posturas homofóbicas y totalmente
antagónicas frente a los Derechos de las personas. Ah, cierto, me olvidaba, los
homosexuales “no son personas” (plop!).
Pero citar a la Biblia , un libro bastante
antiguo y que respeto mucho, no es muy inteligente, puesto que el consabido
rollo de seguir sus mandatos al pie de la letra, en muchos puntos, solo conlleva a generar un
clima de violencia y terror, peor que cualquier película de Rambo…
“Si una joven se casa sin ser virgen, morirá apedreada”
(Deuteronomio 22:20, 21).
“Si un esclavo está contento contigo, tomarás un punzón
y le horadarás la oreja y te servirá para siempre. Y lo mismo le harás a tu
esclava. (Deuteronomio 15:16-18).
“Si alguien tiene un hijo rebelde que no obedece ni
escucha cuando lo corrigen, lo sacarán de la ciudad y todo el pueblo lo
apedreará hasta que muera” (Deuteronomio 21:18-21).
“El que tenga los testículos aplastados o el pene
mutilado no será admitido en la asamblea de Yavé. hasta la
décima generación” (Deuteronomio 23:1, 2).
“Si un hombre yace con otro, los dos morirán” (Levítico
20:13).
“Si un hombre toma a una mujer y a la madre de la mujer,
se les quemará a los tres” (Levítico 20:14).
“El que no obedezca al sacerdote ni al
juez morirá” (Deuteronomio 17:12).
“Si un hombre hiere a su esclavo o a su esclava con un
palo y los mata, será reo de crimen. Pero si sobreviven uno o dos días no se le
culpará porque le pertenecían” (Éxodo 21: 20).

Pero bueno, antes que comiencen a
concluir que mi apoyo por esta iniciativa que busca formalizar a las parejas del mismo sexo, se debe a que
piensan que “pateo con los dos pies”, pues siento desilusionarlos, hermanitos,
pero soy tan macho como cualquier macho que sea macho (y bien macho, con ventaja y zapatón), pero mi
filo quijotesco y romántico me hace –como siempre- subirme a embarcaciones que suelen
estar en constante peligro de naufragio; siempre estoy abrazando motivos tan
dispares y tan impopulares que, ya lo decía mi mamá, me llevarán a la ruina más
total, no solo social, sino también moral y celestial, contracorriente
que me conducirá sin remedio, al más calentito de los infiernos.
Gracias a Dios, soy Ateo, y no me
preocupa mucho si me amenazan con el Diablo o con un Tártaro post-mortem,
puesto que este pechito de heterosexual reprimido, solo puede decir que nadie (nadie)
puede siquiera imaginar que podrá imponerle a otro su particular visión de la
vida, o su particular visión sobre la
Ley. Sabemos también que, sobre puntos como
estos, todo lo podrían arreglar con un buen Notario, pero también sabemos que este es el mundo
de los gestos y las posturas, y eso es muy importante a la hora de pretender
una sociedad más justa y más equitativa, pues la Ley , una señora miope y ya entrada en edad, a veces no se da cuenta que debería atendernos a todos por igual y, sobre todo, en idénticos planos nomológicos.