sábado, 2 de agosto de 2014

LOS EX INTEGRANTES EN EL ROCK AND ROLL


LOS EX INTEGRANTES

Esta vez nos vamos a referir a esta curiosa parcela de la música. Históricamente, todo ex integrante, cuando ve que a su antigua banda le va muy bien sin él, tiene que sentirse mal. Es más: se va a sentir rejodidamente pésimo. Lo último que va a pasar por su cabeza es desearle suerte a sus ex compañeros e intentar reconocer algún logro luego de su partida. Es por eso que, en su infinita e idiota arrogancia, van a comenzar a decir que esa banda “ya no es la misma sin mí”, que el grupo “es una estafa”… Pues les tengo una mala noticia a aquellos llorones del mundo de la música: NADIE ES IMPRESCINDIBLE, y tu ausencia, compadrito, en lugar de mermar nuestras vidas, la terminó encumbrando, lo cual… te molesta ¿no?

Y nuevamente la historia nos da las mejores pistas de que todo esto es así de cierto y así de triste para aquellos patéticos que de rato en rato, intentando ganar un poco de prensa e interés, salen a despotricar contra su ex agrupación. Porque eso si os digo, la mayoría de estos adefesios humanos, NO sale montado en SU propio trabajo. No, no, no, no y diez veces no. Tienen que salir enganchados a su antigua formación, ya sea para promocionarte o para que te recuerden, y terminan siendo unos vergonzosos gusanos dependientes, totalmente incapaces de poder sobresalir con SU propio trabajo, montado en SUS propias iniciativas. Porque cuando han pretendido destacar con su propia faena, pues se han topado con el desinterés de la gente y con el fracaso más absoluto. Así que la única manera que el público no te olvide, es insultando a quienes SI tienen éxito, extendiendo así su insana y ridícula dependencia.

Cuando estuve hablando con un amigo sobre esto, me puso el caso de los Beatles, el grupo número uno del mundo según la historia. Cuando en sus primeros años cambiaron de baterista y pusieron a Ringo Starr, muchos salieron a vaticinar que el grupo ya se había acabado, que sin Pete Best “la esencia” ya no iba a ser la misma. Bueno, salió este batero y a los Beatles les fue como les fue. Y cada vez que entrevistan a este amargadito batero, este no suele decir muchas cosas buenas de su ex banda… ¿Qué raro no? (Unas preguntas ¿Aquellos que hablan de “esencia”, saben de lo que están hablando? ¿Quiere decir que cuando se fue ESE integrante, se llevó “la esencia”? ¿O la dejó en un porcentaje equivalente a la esencia que tiene cada uno?)



Y LEUSEMIA es un caso afín, donde algunos de los incontables ex integrantes no tienen más argumentos que repetir todas las patéticas lecciones de la historia, redundando exactamente en las mismas calificaciones hacia la ex banda que, para molestia y rabia de ellos, aún sigue con vida y sigue concitando la atención de propios y extraños. La celebración por los 30 años, con solo dos de sus integrantes originales (Raúl y yo) fue demasiado apoteósica, y debe haberles amargado el culo a todos los que hicieron –incluso- una sistemática campaña de mala onda para que nadie vaya a esa festividad. Las 20,000 personas que fueron al concierto, fue la peor cachetada a su estupidez, a su egoísmo y a esa llorona manera de manejarse en la vida. Un llanto que, en algunos casos –me consta- solo disfraza un enorme deseo de volver. Que triste. 

Y reitero para todos los llorones del mundo de la música: NADIE ES IMPRESCINDIBLE, sobre todo aquellos que NO tuvieron ni el valor ni el talento para seguir adelante. Si ya no figuran en ningún sitio, si su aliento huele a muerto, si ya son cadáveres malolientes que nadie quiere ver ni escuchar, pues resígnate, hermanito, ese el resultado de todo eso, de la arrogancia, de la pedantería, de la mala onda, de la falta de respeto y de la falta de talento.