lunes, 15 de septiembre de 2014

LA REINCORPORACIÓN DE TACNA




















Yo sigo en la terca tarea de terminar mi libro ambientado en la guerra de 1879, tema que me apasiona un montón y por lo que –seguramente- me acarreará un sin fin de broncas con quienes creen que la guerra es solo un juego y que odiar a nuestros vecinos es la máxima expresión de patriotismo. 

Estuve en Tacna los días en que se celebraba un año más de su reincorporación a la Patria, enorme evento que concita una monumental pasión y desata los humos patrióticos más formidables. La gente se arrodilla ante el paso de la enorme bandera bicolor y no faltan las lágrimas. Tacna estuvo ausente de nuestras fronteras por tantos años, que su regreso siempre es digno de ensalzar.



Y como parte de las celebraciones, tuve el honor de ser invitado a cantar a uno de sus tantos programas que incluían ferias gastronómicas, bailes, presentaciones artísticas… Y estuve ahí, en la FITAC, soltando algunos gallos y pasándola de lo lindo, en medio de una ciudad totalmente embanderada. Lo más lindo fue ver a peruanos abrazándose con los vecinos chilenos.  

Al día siguiente de mi presentación -y estando las festividades por todo lo alto- decidí estirar un poco las piernas, así que salí del Hotel a eso de las 8 de la mañana y, en el camino, veo que sale de su casa una señora bastante entrada en años, una señora muy parecida a aquellas distinguidas damas de Tacna que llevaban la bandera peruana con orgullo y emoción. La vi y me sentí orgulloso de estar compartiendo con ellos, momentos tan sublimes. De pronto, veo que esta señora lleva consigo una bolsita amarilla… una bolsita en donde había envuelto su basura.... ¡y la arroja al medio de la pista! ¡En medio de la heroica ciudad de Tacna!!! …Yo me quedé petrificado.... Estuve por decirle algo… Estuve por preguntarle “¿Es ud. Peruana?” o sino: “¿Es ud. Tacneña?”… Aunque, la verdad, se me ocurrieron varias palabrotas para endilgarle a tan despistada dama... Pero opté por recoger aquella bolsa y llevarla a un tacho... Me dio una vergüenza ajena terrible.

¿De qué manera somos Patriotas? ¿Alentando a la Selección Peruana de fútbol? ¿Renegando cuando nos exigen cumplir con nuestras obligaciones? Tanto que se arrodillan ante la bandera, lanzando loas y gritos por la Patria, y no pueden hacer algo tan simple como respetar una ciudad que, más que una ‘ciudad’ es ya un Santuario!!  Al parecer, mucho de ese "amor por la patria" solo se limita a la celebración de efemérides y ha lanzar frases pre-fabricadas... Nuestra eterna historia de siempre, lamentablemente.