La crítica artística suele ser un mero ejercicio de opinión que, algunas
veces, puede estar contaminada por cierta mala onda o una personal animadversión.Gracias
a la crítica en la revista argentina Pelo, este
disco no me interesó escuchar por un muy buen tiempo (no me juzguen, pe, uno
era chibolo y todavía le hacía caso a la crítica)... Coincidentes opiniones en
otros medios, acentuaron mi poco interés por oír tan ambicioso experimento.
Recién
a finales del siglo XX, entre 1997 y 1998, mi interés por todo aquello que
amaba en los 70s, tuvo un súbito destello, casi un incendio, y me aboqué a la
indetenible tarea de retomar mis raíces. Fué así que conseguí en video (VHS) el concierto
para grupo y orquesta que Deep Purple publicó en 1969. Fue fantástico. Si bien
había mucho de lo que la crítica esbozó como antorcha para quemar este disco,
pude encontrarle muchos puntos a favor que me hicieron disfrutar este concierto
de principio a fin. Que había una "desunión entre el grupo y la
sinfónica", sí, claro que la había. Que "el sonido no estuvo
correctamente mezclado", también es cierto. Y en el video eso se aprecia
mucho más, pues hay momentos en que la banda está tocando a todo tren, y la
Orquesta está también dándole duro a las fanfarrias, pero estos últimos no se
oyen!... Entonces el divorcio agranda su sombra y oscurece el resultado final.
Desde ya que las limitaciones técnicas (8 canales, supongo, si no es menos),
contribuyeron a que el disco no salga con el equilibrio sonoro con que debió
salir. Pero haciendo a un lado todos estos detalles, las partes de rock y las
partes clásicas, están muy bien logradas. Los solos de Blackmore, el trabajo de
Lord, la voz del debutante Gillan que te despedaza, Ian Paice y Glover
sosteniendo todo...
la banda y el director de la Orquesta Sinfónica, Malcom Arnold |
En
fin. Para esta época (finales de los 60's), Purple ya era una máquina pesada para el rock. Pero sería
después de este disco que conseguirían afianzarse como uno de los nombres más
importantes y fundamentales en la historia, cuando en 1970 iniciaron esa
seguidilla de aplastantes producciones que iniciaron con el inobjetable
"In Rock". (Daniel F)